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El expresidente Donald Trump se desvió repetidamente el sábado de un mensaje centrado en la economía hacia comentarios sin sentido y ataques personales contra su contendiente en la campaña por la Casa Blanca, entre los cuales aseguró que es más atractivo que la vicepresidenta Kamala Harris.

Trump oscilaba entre destacar sus puntos sobre política económica y lanzar una serie de insultos e imitaciones sobre el presidente estadounidense, Joe Biden, y del presidente francés, Emmanuel Macron, mientras realizaba un acto político en el noreste de Pensilvania.

Al expresidente parece haberle costado adaptarse a su nueva oponente después de que los demócratas reemplazaran a su candidato. En la última semana, durante sus apariciones de campaña se ha alejado de las políticas sobre las que se suponía que debía hablar y, en cambio, ha optado por una serie de insultos y frases de ataque.

Mientras atacaba a los demócratas por la inflación al comienzo de su discurso, Trump preguntó a su multitud de seguidores: «¿No les importa si salgo del teleprompter por un segundo, verdad? Joe Biden lo odia».

El mitin de Trump en Wilkes-Barre se realizó en una franja de un estado clave en el campo de batalla donde espera que los votantes conservadores y blancos de clase trabajadora cerca de la ciudad natal de Biden, Scranton, aumenten las posibilidades del republicano de recuperar la Casa Blanca.

Sus comentarios del sábado se produjeron mientras los demócratas se preparan para su convención nacional de cuatro días que comienza el lunes en Chicago y marcará la bienvenida del partido a Harris como su candidata. Su reemplazo de Biden a menos de cuatro meses de las elecciones de noviembre ha revitalizado a los demócratas y su coalición. También ha presentado un nuevo desafío para Trump.

Trump criticó duramente a Harris por su postura sobre la economía, asociándola con los problemas de inflación de la administración Biden y comparando su última propuesta contra la especulación con las medidas que se aplican en los países comunistas. Trump ha dicho que una prohibición federal de la especulación con los precios de los alimentos provocaría escasez, racionamiento y hambre.

FUENTE:EL UNIVERSAL

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