Comparte si te ha gustado:

Ariel, en la nueva versión de La Sirenita que ya está en cines, es colombiana o venezolana.

Luego de la polémica elección de Halle Bailey como protagonista de la versión live action de la película animada La Sirenita, podemos entender su elección. Más allá de su encantadora representación de Ariel, con un despliegue de talento que se percibe desde lo primeros minutos del filme, su tono de piel encaja perfectamente con la historia… Un tema que había generado mucho debate en redes sociales y que sigue despertando una ola de mensajes de odio y llamados a boicot sin ningún sentido.

Los eventos de esta nueva versión de La Sirenita suceden en El Caribe, lo que suena muy lógico tomando en cuenta que en la versión animada Sebastián, el simpático cangrejo, tenía acento cubano en su doblaje al español, y un inglés con acento jamaiquino en su versión original.

Todo cobra sentido cuando el príncipe Erik, interpretado por Jonah Hauer-King, le cuenta a Ariel sobre el origen de una pequeña sirenita de jade que tiene en un cuarto lleno de recuerdos de todos sus viajes. Erik revela que la figurita la compró en Cartagena, Colombia. Luego, en esa misma escena, cuando comienza a fluir el amor entre él y Ariel, el protagonista también narra algunas de sus aventuras en Venezuela y Colombia, incluso en Perú.

Erik termina su explicación asegurando que dónde sea que esté el reino en el que vive, siempre se encuentra cercano a todos estos países, desmontando la narrativa que aseguraba que La Sirenita era de origen nórdico.

Aunque nunca se revela el nombre del reino submarino de La Sirenita, visualmente está repleto de símbolos estéticos latinos y caribeños. No solo visuales, sino también sonoros. Y aunque las cadencias musicales vienen de la primera versión, en esta entrega live action se profundizan y acentúan.

La Sirenita es una encantadora versión cinematográfica que nadie debe perderse, y menos por una discusión política sin sentido.

Loading


Comparte si te ha gustado: