Tras 118 días de protestas que conformaron la huelga más larga de la historia de Hollywood, el Sindicato de Actores de Cine de EE UU (Screen Actors Guild o SAG) y la Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (American Federation of Television and Radio Artists o AFTRA) firmaron un acuerdo con la Alianza de Productores de Cine y Televisión de EE UU (Alliance of Motion Picture and Television Producers o AMPTP). Ambas partes mantuvieron en secreto los términos del acuerdo establecido el miércoles por la noche, pero llega tras una larga lucha sobre el uso de la inteligencia artificial (IA) en las interpretaciones de los actores y las exigencias de estos de pagos residuales por las series y películas que se emiten en servicios de streaming.
Un comité del SAG, que representa a miles de actores de cine y televisión, aprobó el acuerdo el miércoles. La huelga propiamente dicha, en la que ha habido líneas de protestas ante las oficinas de Netflix, Disney, Warner Bros. Discovery y otras más, terminará el jueves por la mañana. Se espera que el pacto provisional se remita a la junta nacional del sindicato para su aprobación el viernes.
¿Qué implica el fin de la huelga de actores en Hollywood?
Es innegable que se trata de un gran acontecimiento para Hollywood, una industria de más de 130,000 millones de dólares que prácticamente se paralizó este año, ya que tanto el Sindicato de Guionistas de EE UU (WGA, por sus siglas en inglés) como el SAG insistieron en su lucha por unos salarios justos y limitar el uso de IA en su trabajo. Los miembros del WGA se declararon en huelga en mayo; el SAG suspendió sus actividades en julio, la primera vez que la industria se enfrentaba a un doble paro laboral desde 1960. La huelga del WGA terminó en septiembre con un acuerdo histórico que fijaba barreras para proteger a los guionistas de la intrusión de la IA en su labor.
Conforme se alargaban las negociaciones de este año entre el SAG y la AMPTP, la IA generativa se convirtió en el principal punto de fricción. En julio, los estudios declararon que ofrecían una “innovadora propuesta de IA que protege la imagen digital de los actores”. El SAG respondió que la iniciativa estipulaba que se escanearía a los actores conocidos como extras, se les pagaría el día y luego se les convertiría en personajes digitales que los estudios usarían “para el resto de la eternidad”. La AMPTP refutó esto.
La cuestión fue dando vueltas hasta el fin de semana pasado, cuando el SAG revisó la “última, mejor y definitiva” oferta de los estudios y la rechazó, alegando que “hay varios puntos esenciales sobre los que aún no logramos un acuerdo, incluida la IA”. Un artículo de seguimiento publicado en The Hollywood Reporter reveló que la propuesta de la AMPTP pretendía permitir que los estudios pagaran por los escaneos hechos mediante inteligencia artificial de lo que se conoce como intérpretes de la Lista F y, tras la muerte de los actores, permitir que los estudios utilizaran las versiones digitales sin el consentimiento del sucesor del patrimonio o del SAG. Los intérpretes de la Lista F son aquellos que ganan más que el salario mínimo de los actores habituales de series de TV o de largometrajes. El gremio quería una compensación por la reutilización de los escaneos, junto con el consentimiento del responsable en cuestión.
Al parecer, el martes los estudios accedieron a ajustar el apartado sobre IA dentro de su propuesta, lo que pudo ser el factor decisivo. Aunque los términos del acuerdo provisional alcanzado el jueves no están claros, es difícil imaginar que los actores no hayan conseguido por lo menos algunas de las protecciones contra la IA que buscaban.
Desde que los actores se declararon en huelga en julio, la discusión sobre la inteligencia artificial ha pasado de ser una conversación de sobremesa del tipo “¿Y si…?” a una cuestión internacional en toda regla. La semana pasada, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó una importante orden ejecutiva destinada a limitar el poder de la IA comercial. Aunque esta no abordaba los efectos del aprendizaje automático en Hollywood, per se, el SAG aprovechó el anuncio para publicar en la red social X que “para un desarrollo y uso sólidos, seguros y responsables de la IA, es imprescindible que los trabajadores y los sindicatos sigan al frente del desarrollo de las políticas”.
El principal problema, tanto para los guionistas como para los actores, al inicio del “Verano de Huelgas” en Hollywood, que luego se prolongó hasta el otoño, era que a los miembros del gremio les resultaba imposible “mantener un estilo de vida de clase media”, como se indica en el sitio web del SAG. Parte de esa estimación, por supuesto, es garantizar que los puestos de trabajo no sean usurpados por la IA, pero también que los miembros reciban pagos residuales por contenidos de streaming que compitan con lo que ganarían si un programa de TV se emitiera en una cadena. “Aplican un modelo de negocio de 2023 en el streaming con un esquema de 1970 para pagarle a los artistas, guionistas y otros creativos de la industria. Eso no está bien”, señaló en junio Duncan Crabtree-Ireland, director ejecutivo y negociador principal para el SAG-AFTRA.
Con ambas huelgas en el pasado, existen motivos para ser optimistas sobre estas cuestiones, aunque hace falta tener cautela. También significa que las producciones, desde Gladiator 2 hasta Andor, ya pueden reanudar el rodaje. “A las pocas semanas de que terminen las huelgas estaremos de vuelta en el Reino Unido filmando la segunda parte de Deadpool”, declaró a WIRED en agosto Shawn Levy, quien dirige la tercera película de esta franquicia. Pues es hora de subirse a un avión, amigo.
Fuente : Wired
