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En una operación internacional entre agentes de los Mossos d’Esquadra, Policía Nacional, Policía Judiciària Portuguesa, EUROPOL y SIRENE, se ha desmantelado una organización criminal internacional dedicada al narcotráfico y el blanqueo de capitales. Según los investigadores habrían blanqueado unos 10 millones de euros conseguidos con la distribución de droga a Europa que mayoritariamente invertían en Sudamérica.

 Hay 20 detenidos acusados de los delitos de pertenecer a grupo criminal y blanqueo de capitales. Los pasados 6 y 7 de marzo los agentes realizaron 13 entradas y registros en varias localidades españolas bajo el amparo del Juzgado de Instrucción número 1 de Sant Boi.

Según los investigadores la banda actuaba desde hacía más ocho años. Los registros tuvieron lugar en Valls, Sant Boi de Llobregat, Sant Feliu de Llobregat, Esplugues de Llobregat, Sant Cugat del Vallès, Arenys de Mar, Guadalajara, Albacete, Vera, Huelva y Madrid. En Portugal fueron en Aveiro y Lisboa. Además, gracias a la Interpol, se detuvo a uno de los sospechosos de pertenecer a la banda que residía en Venezuela.

La actuación policial permitió descabezar a la banda. Algunos de los sospechosos estaban en prisión cumpliendo condena por narcotráfico. En los registros se encontraron 130.000 euros en efectivo, lingotes de oro y objetos de lujo como 30 relojes de gama alta valorados en medio millón de euros. En la operación se bloquearon más de 10 propiedades inmobiliarias, centenares de cuentas bancarias y más de 50 vehículos.

Seis años de investigaciones

Tras pasar a disposición judicial siete de los detenidos ingresaron en prisión, uno de ellos en Portugal y el de Venezuela, aunque la investigación sigue abierta y no se descartan nuevos arrestos. La investigación se inició en 2018 con la localización en una empresa de Sant Boi de Llobregat de 1.400 kilogramos de cocaína ocultos en un transporte procedente de Brasil. Los Mossos detuvieron a 14 sospechosos de planificar e introducir la droga y gracias a EUROPOL se pudo saber qué cargamento formaba parte de una operación de narcotráfico de alcance internacional que tenía como destino la distribución de la droga en la Unión Europea.

En este sentido, el grupo estaba preparando un nuevo envío de unos 200 kilos de cocaína en el puerto de Rotterdam y por eso el juzgado solicitó la colaboración de las autoridades de Países Bajos. La operación policial destapó la red personas y empresas ubicadas en Catalunya, Madrid y Andalucía que permitía financiar los cargamentos de droga. Según los agentes la banda usaba varios sistemas para blanquear el dinero pero siempre con el mismo objetivo: la acumulación de activos en Sudamérica, principalmente, en Colombia y Venezuela.

Utilizaban “mulas” para los envíos de dinero que se llevaban a cabo hacia esa zona. A cambio de comisiones, hacían el ingreso de dinero en efectivo de pequeños importes en distintas entidades bancarias superando los sistemas de control de prevención de blanqueo que tenían implementados. Este sistema constante de ingresos en efectivo era prácticamente indetectable gracias a la enorme diversificación del efectivo, ya que había más de 200 testaferros y decenas de sociedades pantalla.
Utilizaban “mulas” para los envíos de dinero que se llevaban a cabo hacia esa zona. A cambio de comisiones, hacían el ingreso de dinero en efectivo de pequeños importes en distintas entidades bancarias superando los sistemas de control de prevención de blanqueo que tenían implementados. Este sistema constante de ingresos en efectivo era prácticamente indetectable gracias a la enorme diversificación del efectivo, ya que había más de 200 testaferros y decenas de sociedades pantalla.
FUENTE:EL PERIODICO

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