Comparte si te ha gustado:

La “Reina del Triple Salto”, Yulimar Rojas, confesó en una entrevista a la revista Vogue México, que de pequeña sufrió mucho bullying, pero que no dejó que eso fuera un impedimento para que su historia alcanzara el éxito y se convirtiera en la gran deportista del atletismo.

Aunque su meta en las Olimpiadas de París 2024 era batir su propio récord y alcanzar una distancia de salto de 16 metros, no lo hará debido a una lesión que sufrió durante unos entrenamientos en el Talón de Aquiles izquierdo.

No salta ¡Vuela!
“¿Qué pienso cuando salto? O más bien, cuando vuelo, porque es volar. Para mí se trata de ser yo misma, de liberar tensiones. Cuando salto no pienso en nada, solo digo: ‘Voy para allá’. ‘Voy a saltar’. Me concentro en cómo ejecutar el salto, en cómo usar la técnica a mi favor, en cómo correr. En fluir cuando estoy en el aire, lo único que pienso es en caer más lejos”, contó.

Tímida y con muchos retos desde pequeña

Rojas aseguró que el bullying marcó una etapa importante en su vida, además, desde niña vivió bajo un techo con goteras, temerosa de que la lluvia arrasara su casa, pero se convirtió en una mujer que gracias a sus medallas, logró un nuevo hogar para su familia.

“De pequeña sufrí mucho bullying, ese fue un hecho que me persiguió toda mi adolescencia. Me decían muchas cosas, los sobrenombres me mataban, me dejaban impotente. Me llamaban garza, jirafa, negra. Se metían mucho con mi color de piel”, relató.

Una historia que inspira
Su historia es un relato poderoso, porque plantea que la felicidad y el éxito son posibles incluso en las condiciones más adversas.

“Siempre supe que era diferente, que estaba llamada para hacer grandes hazañas, para que muchos pudieran ver reflejada su historia en la mía”.

Se fue en 2015 en búsqueda de un sueño
Partió de Venezuela en 2015 y desde entonces ya había ganado todas las competencias de su país y de Suramérica.

La historia de Yulimar se pone más interesante, cuando a través de la red social Instagram contactó al entrenador cubano y ex-campeón mundial, Ivan Pedrozo, para su sorpresa, la conocía y aceptó trabajar con ella. Así comenzó el largo viaje que la convirtió en Campeona Mundial pero, sobre todo, en sí misma.

Me fui de mi país cuando estaba cumpliendo 20 años, le huía a la idea de partir. Postergué varias veces el viaje. Fue una decisión muy difícil, pero me llené de valor y aposté al futuro”, refirió.

Loading


Comparte si te ha gustado: