“La realización de los anhelos de nuestros pueblos (…) no dejará de ser una quimera si no se aborda eficazmente uno de los mayores obstáculos, para la implementación de la Agenda 2030 y la realización del desarrollo económico y social de más de un tercio de la humanidad», expresó el viceministro para Temas Multilaterales del Ministerio de Relaciones Exteriores, Rubén Darío Molina, al referirse a la necesidad del levantamiento de sanciones que históricamente ha impuesto los Estados Unidos a más de una treintena de países.
“Nos referimos a la cuestión de las medidas coercitivas unilaterales, que, a pesar de constituir una flagrante violación de la Carta de la ONU, de las normas del derecho internacional, de las disposiciones de la propia Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y del verdadero espíritu del financiamiento para el desarrollo, siguen siendo una lamentable realidad para más de 30 países de todo el mundo, incluidos muchos de nuestro grupo”, dijo Molina en nombre del Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de la ONU, durante el Diálogo de Alto Nivel sobre Financiamiento al Desarrollo, que se celebra en el marco del 78º período de sesiones de la ONU, en Nueva York.
Precisó que estas medidas han generado “una crisis sistémica en todo el sistema de relaciones internacionales”, en ese sentido cuestionó que no se puede hablar “en serio de la implementación de la Agenda 2030 cuando los propios medios de implementación, incluida una gran cantidad de fondos, están bloqueados como resultado de la imposición ilegal de medidas coercitivas unilaterales y, por lo tanto, se encuentran bloqueados para su utilización”.
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