El Papa Francisco murió de un ictus -también conocido como un derrame cerebral– que le provocó coma e insuficiencia cardiaca irreversible, según su certificado de defunción publicado este lunes por el Vaticano.
“La muerte fue constatada por registro electrocardioterapéutico”, dice este documento firmado por el director del departamento de Salud e Higiene del Vaticano, el profesor Andrea Arcangeli.
De acuerdo al documento médico dado a conocer por el Vaticano, el líder de la Iglesia Católica presentaba un episodio previo de insuficiencia respiratoria aguda con neumonía multimicrobiana bilateral, bronquiectasias múltiples, hipertensión arterial, y diabetes tipo II.