Los Veintisiete países que conforman la Unión Europea (UE) han acordado este lunes relajar algunas disposiciones de las sanciones impuestas a una decena de gobiernos, entre ellos Venezuela, Nicaragua y Túnez, para facilitar a las organizaciones humanitarias en la zona el acceso a la ayuda enviada en situaciones de crisis, en línea con lo establecido por Naciones Unidas.
En concreto, el Consejo introducirá excepciones en la congelación de activos que el bloque aplica a personas o entidades en Bosnia y Herzegovina, Burundi, Guinea, Líbano, Birmania, Nicaragua, Túnez, Venezuela, Zimbabue y en el marco específico contra ciberataques.
Así, los considerados actores humanitarios por la resolución 2664 (2022) del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y las agencias y otras organizaciones certificadas como socios humanitarios de la UE podrán realizar transacciones financieras con personas o entidades que figuren en la lista de sancionados si el objetivo es asegurar la asistencia humanitaria en poblaciones vulnerables.
Los Veintisiete revisarán «periódicamente» las excepciones acordadas para evaluar su adecuación y actuar para reajustarlas en el futuro si fuera necesario. La Unión Europea considera que esta flexibilidad en las medidas restrictivas adoptadas por el bloque, en línea con Naciones Unidas u otros socios internacionales, salvaguarda la acción humanitaria ofrecida por actores «imparciales».
Además, defiende que con esta decisión se envía un claro mensaje a los operadores humanitarios y actores económicos respecto a que la política de sanciones comunitarias «no obstaculizará» la prestación de asistencia humanitaria.