Casi mil dólares al día. Esa es la multa que la Administración de Donald Trump planea cobrar a cada migrante con orden de deportación si no abandona Estados Unidos. Aquel que no pague la sanción diaria de 998 dólares también corre el riesgo de que las autoridades confisquen su propiedad. Cerca de 1,4 millones de migrantes cuya expulsión ya ha sido ordenada por un juez de inmigración podrían ser sancionados bajo la nueva estrategia del Gobierno del republicano, que planea aplicar las multas de forma retroactiva durante un máximo de cinco años, según Reuters, lo que podría resultar en penalidades de más de un millón de dólares.