En un contexto donde la conectividad a Internet en Venezuela choca con una alarmante vulnerabilidad digital, la presunta filtración masiva de datos de más de tres millones de usuarios de Movistar denunciada por VE Sin Filtro en abril pasado ha encendido todas las alarmas.
Este suceso, que no ha sido reconocido ni negado por el consorcio Telefónica, dueño de Movistar en Venezuela, sumado a la imparable ola de estafas digitales a través de redes sociales, mensajería y criptomonedas, dibuja un panorama sombrío para la seguridad digital en el país. La situación se complica aún más con la integración de la inteligencia artificial (IA), que elevó la amenaza a un punto crítico.
Especialistas estiman que un alarmante 80% de la población venezolana ha sido víctima o conoce a alguien directamente afectado por la ciberdelincuencia, lo que exige una respuesta urgente y coordinada de autoridades, entidades tecnológicas, financieras y, por supuesto, de los propios usuarios.
El creciente arsenal de engaños de los ciberdelincuentes
Los ciberdelincuentes no descansan. Su ingenio para el engaño se perfecciona día a día, adaptándose velozmente a las plataformas más usadas. Las modalidades más frecuentes ahora están potenciadas por la IA.
La falta de alfabetización digital de los venezolanos, usuarios consuetudinarios de redes sociales y mensajes de texto, los convierte en un blanco fácil, haciendo de las redes tradicionales las vías predilectas para estafarlos.
Los estafadores conocen a fondo los mecanismos de manipulación psicológica. Utilizan mensajes de texto que parecen provenir de contactos de confianza, usan palabras que nos hacen confiar en ellos con mensajes convincentes, que tocan las fibras de solidaridad del venezolano, solicitan préstamos o la compra de productos, para luego desaparecer.
Modalidades comunes de estafa:
El robo de WhatsApp: Una forma común de obtener bases de datos es «robando» la cuenta de WhatsApp de una de las víctimas, lo que les permite infiltrarse en grupos y hacerse pasar por la persona para cometer fraudes. Para evitarlo, se recomienda establecer la verificación en dos pasos, que le notificará cualquier intento de acceso no autorizado.
Anuncios falsos: Las plataformas como Facebook, Instagram y TikTok están repletas de anuncios que prometen grandes ofertas, inversiones «milagrosas» o premios, que son en realidad una puerta de entrada para los estafadores.
En Venezuela, el uso de Facebook Marketplace se hizo tristemente célebre. Delincuentes hicieron ofertas de vehículos y otros bienes a precios irrisorios, lo que llevó a asesinatos de decenas de personas que creyeron en la trampa.
Estafas con criptomonedas, como HV IJEX Exchange, una forma sofisticada de «phishing de confianza». Prometiendo retornos extraordinarios, la plataforma atrajo a inversores con un esquema Ponzi, o piramidal. Los usuarios compraron criptomonedas esperando ganancias rápidas, pero solo vieron desaparecer su dinero cuando la plataforma colapsó. Esta estafa dejó pérdidas millonarias y puso de manifiesto la flagrante falta de educación en el mercado de criptoactivos en Venezuela.
“Si una oferta parece demasiado buena, dude, puede ser una estafa”, ha señalado el abogado criminólogo Luis Izquiel