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Tres de los cuatro presos políticos militares que iniciaron una huelga de hambre en la cárcel de Ramo Verde mantenían su protesta nueve días después de haber iniciado la protesta. Carlos Macsotay Rauseo, Antonio Scola Lugo y Ricardo González buscan hacer presión para exigir que comiencen sus respectivos juicios o su liberación. Estos tres militares fueron detenidos en 2018 por su presunta vinculación en la denominada “operación Armagedón”, que, según autoridades venezolanas, buscaba sabotear las elecciones presidenciales de 2018.

A los tres militares se sumó Alberto Piñango, quien exige atención médica. Piñango presenta varios problemas de salud debido a las torturas infligidas por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim). Piñango, detenido en 2019 ser parte de la sublevación militar en Cotiza, se unió a la protesta el pasado 25 de septiembre.

El 14 de febrero de 2022, el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas emitió un comunicado en el que solicitaba la liberación de los detenidos por la denominada “operación Armagedón”. El grupo consideraba que fueron detenidos arbitrariamente. Además, a favor de Scola Lugo y Macsotay Rauseo hay medidas cautelares de protección emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh). Sin embargo, estas no han sido acatadas por el gobierno venezolano.

Los detenidos por la “operación Armagedón”, más de cinco años sin juicio

El pasado 17 de mayo, los militares implicados en la denominada “operación Armagedón” cumplieron cinco años presos, pero sin sentencia. Nueve militares fueron detenidos por presuntamente estar vinculados en un plan que buscaba sabotear las elecciones presidenciales de 2018.

Desde el momento de su detención, se conoció que los militares fueron torturados. Sin embargo, sobre estas denuncias no ha habido investigación alguna y mucho menos una sanción por parte del Ministerio Público.

Desde mayo de 2018, estas personas se encuentran a la espera de un juicio que les ponga una condena firme o los libere. Justamente esta es la exigencia de Carlos Macsotay Rauseo, Antonio Scola Lugo y Ricardo González. Por ello, decidieron iniciar una huelga de hambre el pasado 21 de septiembre. La protesta se mantiene.

Esto ha generado alerta entre diferentes ONG que hacen un llamado de atención sobre el caso de estos militares y de los demás presos políticos.

El pasado miércoles 20 de septiembre se dio a conocer el informe de la Misión de Determinación de los Hechos sobre Venezuela de la ONU. Dentro de los hallazgos de dicho documento se mencionan numerosos casos de torturas, así como de detenciones arbitrarias y otras vulneraciones a derechos fundamentales.

Un día después, los tres militares decidieron iniciar la huelga de hambre con el objetivo de hacer presión sobre sus casos.

Alberto Piñango también se sumó a la huelga de hambre en Ramo Verde

Alberto Piñango Salas era sargento primero de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) cuando fue detenido en 2019 por su presunta participación en una sublevación militar ocurrida en Cotiza el 21 de enero de ese mismo año. Dicho levantamiento generó que cientos de personas se acercaran al comando de la GNB en el barrio caraqueño para mostrar su apoyo a los militares alzados.

En total, fueron 24 funcionarios de la GNB detenidos por aquel hecho. Estos militares tuvieron que esperar tres años por un juicio que, finalmente, ocurrió el 24 de junio de 2022.

Alberto Piñango y otros 22 militares fueron condenados a siete años y nueve meses por los cargos de motín, desobediencia, y sustracción de efectos pertenecientes a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb). Mientras tanto, el sargento Luis Bandres fue condenado a 15 años de cárcel, pues fue identificado como el líder de aquel levantamiento.

Desde el momento de su detención, la ONG Foro Penal recibió información que apuntaba a que Alberto Piñango había sido torturado por funcionarios de la Dgcim. Sin embargo, el Ministerio Público venezolano no reconoció las denuncias sobre golpes, asfixia mecánica y desaparición forzada.

La madre de Piñango publicó un video en redes sociales donde hace un llamado de atención sobre la condición de su hijo e indica que las esposas de sus compañeros detenidos le han dicho que Piñango está en muy mal estado. “Él se vive quejando”, dijo la madre del militar.

Fuente : Tal Cual 

 

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