El presidente colombiano, Gustavo Petro, celebró la «gran victoria» conseguida en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que este jueves sentenció que Nicaragua no puede extender su plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas que delimitan su frontera marítima con Colombia.
«Esperamos con este fallo cerrar la controversia limítrofe y abocarnos a llevar desarrollo sostenible a nuestro archipiélago», añadió Petro en su tuit, dando por zanjado una disputa que lleva más de una década en La Haya.
El caso de la CIJ
Nicaragua reclamaba en el tribunal de la ONU una plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas desde su costa caribeña, pero Colombia defiende que la plataforma continental del archipiélago de San Andrés «se une incuestionablemente con la plataforma continental que tiene la costa caribe colombiana».
El litigio entre Colombia y Nicaragua dio un giro hace 10 años con un fallo de la CIJ que modificó los límites entre los dos países en el mar Caribe pero, lejos de zanjar la cuestión, dio pie a nuevas demandas en La Haya.
En la sentencia del 19 de noviembre de 2012, por una querella presentada en 2001 por el país centroamericano, Colombia mantuvo la soberanía sobre el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, así como de los cayos que lo integran, y conservó 12 millas náuticas del agua que rodea estos territorios, pero perdió con Nicaragua casi 75.000 kilómetros cuadrados de mar.
Ante la decisión de Colombia de no aplicar el fallo y declarar una Zona Contigua Integral para ejercer su jurisdicción en las aguas aledañas a las islas y cayos «como archipiélago y no como territorios inconexos», Nicaragua volvió a la CIJ en septiembre de 2013.
En esa ocasión, pidió a la Corte que se declarara el «rumbo exacto» de la frontera marítima, «más allá» de los límites de 200 millas definidos en la sentencia de noviembre de 2012, así como que se le exigiera a Colombia la derogación de leyes «incompatibles con la sentencia» y la revocación de permisos otorgados a los buques pesqueros colombianos que faenan en las aguas en disputa.
Una petición que la Corte Internacional de Justicia negó este jueves con un fallo contra el que no cabe el recurso de apelación.