De acuerdo a un reciente análisis publicado por la cadena de noticias RT, si las intenciones independentistas de Texas llegaran a tener éxito se convertiría en un país con una superficie de 695 mil kilómetros cuadrados, lo que lo convertiría en una nación similar a Francia en cuanto a su extensión.
Con un índice de más de 30 millones de habitantes, sería el 51° con mayor población del mundo. Asimismo, mencionan su poder económico individual que lo convertiría en un territorio con un producto interno bruto de más de 2 billones de dólares, bastante elevado y que permitiría superar la economía de Brasil, Rusia, Australia, Corea del Sur y otros países desarrollados.
Con su independencia, Texas se convertiría en el séptimo exportador de petróleo del mundo. Esa realidad aunada a la industria nuclear y de otras materias primas ya existentes en la referida región, harían a cada texano mucho más rico conforme a la realidad actual.