El alto funcionario notificó su decisión al primer ministro del país, Benjamín Netanyahu, a través de una carta en la que explicó que «desde el comienzo de los combates, la cuestión del tratamiento de (…) y despreciables terroristas de Hamás en los hospitales públicos ha causado tremendas dificultades al sistema sanitario«, informó la prensa israelí.
Por lo tanto, sostuvo, el tratamiento de los capturados palestinos, «debe encomendarse a las FDI o al Servicio de Prisiones de Israel«, organismos a los que el Ministerio de Salud «está preparado y dispuesto a ayudar» en todo lo que sea necesario.
«Pediré su orientación inmediata para aplicar esta instrucción entre todos los organismos mencionados», agregó Arbel al dirigirse al primer ministro.
Entretanto, el Ministerio de Salud ha instruido al personal de seguridad de los hospitales que estén alerta para prevenir posibles disturbios e intentos de linchamiento a los capturados por parte de ciudadanos en dichas instalaciones.