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De visita en California, Estados Unidos, el presidente Javier Milei mantuvo reuniones con empresarios del sector tecnológico, en busca de inversiones para Argentina, y volvió a su actividad favorita: disertar sobre sus ideas “libertarias” y anatemizar cualquier forma de intervención estatal en la economía. Este miércoles fue en la Universidad de Stanford, donde habló durante casi una hora y pronunció una frase que ilustra su credo. “¿Ustedes se creen que la gente es tan idiota que no va a poder decidir?”, le preguntó a su auditorio. “Va a llegar un momento que se va a morir de hambre, con lo cual, digamos, o sea, va a decidir de alguna manera para no morirse. Entonces no necesito que alguien intervenga para resolverme la externalidad del consumo porque, a la postre, alguien lo va a resolver”.

Milei se refirió la semana pasada a esa situación, cuando salía de una exposición rural. “¿Por qué no reparten los alimentos que están en los galpones?”, le preguntó un periodista. “Sí, se están repartiendo, lo que pasa que hay gente que curra [roba], que está perdiendo su curro”, contestó. “La gente no llega a fin de mes, presidente”, insistió el cronista. “Si la gente no llegara a fin de mes, se estaría muriendo en la calle”, respondió Milei.

Mientras en Argentina su Gobierno intenta superar la crisis interna que derivó en el despido de su jefe de Gabinete, el presidente Milei cumplió su segunda jornada de actividades en San Francisco. Al llegar a la Universidad de Stanford le dio la bienvenida un grupo de estudiantes con banderas de Palestina. “Milei, fascista, ¡no queremos tu visita!”, le gritaron. El mandatario, que apoya sin matices al Gobierno de Israel, les respondió: “¿Por qué no van a estudiar? Así no dicen burradas. Los fascistas son los socialistas. Los liberales somos opositores. Dejen de defender a asesinos”.

Ya dentro del edificio, Milei fue recibido por la exsecretaria de Estado Condoleezza Rice, directora del Instituto Hoover. Allí, el presidente se reunió con profesores y luego dio su discurso sobre las bondades del libre mercado. “La intervención del Estado siempre es mala, porque está basada en la fuerza”, sostuvo. “Cuando más intervención hay, cuando más se violenta y se vulnera el derecho de propiedad, la señal que se trasmite cada vez es peor (…) En todos los lugares donde se aplicó, el socialismo fue un fracaso en lo económico, en lo social y en lo cultural”, reiteró sus afirmaciones habituales.

En su diatriba contra los “socialismos del siglo XXI” incluyó en ese conjunto a distintos gobiernos latinoamericanos actuales y recientes, a los que sumó, sonriendo y alzando las cejas: “Y en España tienen a Pedro Sánchez, que es algo así como un kirchnerista, ya no diría de buenos modales, porque no los tiene”. España acaba de oficializar el retiro de su embajadora en Argentina, después de los insultos de Milei contra Sánchez y su esposa.

FUENTE: EL PAÍS

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