Bari (Italia), 12 jun (EFE).- Los líderes del G7, las siete democracias más ricas del mundo, celebran desde mañana su cumbre anual en un lujoso hotel del sur italiano para tratar de unir esfuerzos ante las principales crisis del mundo, como la rivalidad con Rusia y el apoyo a Ucrania hasta la relación con China.
El inaccesible hotel ‘Borgo Egnazia’, cerca de la ciudad de Bari, acogerá a los presidentes de Estados Unidos y Francia, Joe Biden y Emmanuel Macron; los primeros ministros de Canadá, Reino Unido y Japón, Justin Trudeau, Rishi Sunak y Fumio Kishida; al canciller alemán Olaf Scholz y a la anfitriona italiana Giorgia Meloni.
En los siguientes tres días tendrán sobre la mesa las principales crisis del mundo, como la invasión rusa de Ucrania o la guerra en Palestina, así como otros desafíos como la inmigración o el comercio con China.
La cita, según fuentes italianas, busca «más compromiso por la estabilidad mundial» en medio de los «conflictos acentuados en los últimos tiempos».
Por ello, el Grupo se ha abierto e invitado a otros líderes como el papa Francisco, que hablará sobre la Inteligencia Artificial y la ‘algorética’, o los presidentes de Argentina y Brasil, Javier Milei e Inácio Lula Da Silva, entre otros muchos.
Uno de los temas cruciales será garantizar el apoyo a Kiev y el jueves se dedicará una sesión sobre este tema con la presencia del presidente ucraniano Volódimir Zelenski, días antes de la Conferencia de Paz de Suiza.
La resistencia necesita dinero, incluso en forma de préstamo, y por eso se buscará el modo de emplear los activos del Banco Central Ruso congelados en todo el mundo, la mayoría en la Unión Europea (UE), unos 300.000 millones de dólares (279.000 millones de euros).
Mientras, en el Atlántico, una fragata y un submarino nuclear de la Marina de Guerra rusa llegarán a La Habana.
FUENTE: INFOBAE