La Franja de Gaza enfrenta una creciente amenaza de propagación de enfermedades infecciosas, en medio del desplome del sistema de salud, del suministro de agua y del saneamiento, advierte la Organización Mundial de la Salud.
«Al tiempo que sigue creciendo la cantidad de muertos y heridos en Gaza, debido al agravamiento de las hostilidades, el intenso hacinamiento y la interrupción de los sistemas de salud, agua y saneamiento representan un peligro añadido: la rápida propagación de enfermedades infecciosas», comunicó el miércoles esa agencia de la ONU.
Así, desde mediados de octubre pasado se han registrado:
- Más de 33.551 casos de diarrea:
- 8.944 casos de sarna y piojos;
- 1.005 casos de varicela;
- 12.635 casos de erupciones cutáneas;
- 54.866 casos de infecciones de las vías respiratorias superiores.
Más de la mitad de los episodios de diarrea corresponden a niños menores de cinco años, lo que supone un aumento significativo en comparación con una media de 2.000 casos mensuales, cifra que se mantuvo para este grupo de edad a lo largo de 2021 y 2022.
El organismo resalta como causas inmediatas el cierre de las plantas desalinizadoras y la interrupción de la recogida de residuos sólidos, debido a la falta de combustible. Lo primero «aumenta significativamente el riesgo de propagación de infecciones bacterianas como la diarrea», por el consumo de agua contaminada. Lo segundo crea un entorno propicio para la «proliferación rápida y generalizada de insectos y roedores«, que son portadores potenciales de enfermedades transmisibles.
«La situación es particularmente preocupante para los casi 1,5 millones de desplazados en toda Gaza, especialmente los que viven en refugios, gravemente hacinados y con escaso acceso a instalaciones de higiene y agua potable«, reza el comunicado.
La situación se ha visto exacerbada por trabas al sistema de vigilancia de enfermedades, en particular las capacidades de detección temprana y de respuesta.
«La paralización de las actividades rutinarias de vacunación, así como la falta de medicamentos para tratar las enfermedades transmisibles, aumentan aún más el riesgo de propagación acelerada de enfermedades», explica la OMS.
A esto se suma el deterioro de los sistemas de agua y saneamiento y la disminución de los suministros para limpieza en las propias instalaciones médicas del enclave, lo cual no solo perturba la atención a los pacientes sino que también aumenta el riesgo que corre el personal de contraer y transmitir infecciones. La escasez de equipos de protección personal y la socavada gestión de residuos médicos aumentan aún más la exposición a materiales tóxicos e infecciones en los hospitales.
Frente a estas «peligrosas tendencias», la OMS pide el «acceso urgente y acelerado de la ayuda humanitaria (combustible, agua, alimentos y suministros médicos)» a la Franja de Gaza y llama a las partes del conflicto a «cumplir las obligaciones que les impone el derecho internacional humanitario, de proteger a la población civil y las infraestructuras civiles, incluida la asistencia sanitaria».