La ceremonia de graduación de Harvard se inició este jueves mientras una jueza analiza la legalidad de las medidas punitivas del presidente estadounidense Donald Trump contra la prestigiosa universidad, que han dejado a miles de estudiantes extranjeros en un limbo.
Estudiantes y académicos vestidos con togas y birretes empezaron a congregarse frente al imponente escenario instalado en el campus para este evento típico de las universidades estadounidenses, que podría congregar hasta 30.000 personas.
Tradicionalmente marcada por emotivos discursos, la ceremonia se realiza en medio de una presión sin precedentes de Trump contra Harvard tras su decisión de prohibirle matricular a estudiantes extranjeros, que este curso constituyeron 27% de su alumnado.
Es una de las últimas medidas del republicano contra una de las universidadades más prestigiosas del mundo, después de congelarle multimillonarios fondos federales y amenazar con eliminar exenciones fiscales.
«Harvard está tratando a nuestro país con gran falta de respeto, y todo lo que están haciendo es meterse más y más en problemas», dijo Trump el miércoles.
A diferencia de otros centros, Harvard ha recurrido a los tribunales para dejar sin efecto estas medidas destinadas, según el gobierno, a combatir el antisemitismo y dejar sin efecto las políticas de diversidad, igualdad e inclusión, consideradas izquierdistas.
El presidente de Harvard, Alan Garber, muy aplaudido al llegar a la ceremonia, ha reconocido que Harvard tiene problemas respecto al antisemitismo, aunque también con la islamofobia, y trabaja por garantizar que una variedad de opiniones pueda expresarse de manera segura en el campus.
«Lo que desconcierta es que las medidas que han tomado para resolver estos problemas no afectan ni siquiera a las personas que según ellos son la causa de estos problemas», declaró el martes a la radio pública NPR.
El novelista Abraham Verghese, autor de El Pacto del Agua, será el orador de la ceremonia y recibirá un título honorífico.
Antes de la ceremonia, miembros de la banda de Harvard, vestidos con chaquetas carmesí, recorrieron las estrechas calles de Cambridge, Massachusetts, hogar de la universidad más antigua de Estados Unidos.
Asimismo, estudiantes vestidos con las togas reglamentarias recorrían Cambridge acompañados por sus familias tomándose fotos