Familiares de los más de 200 migrantes venezolanos detenidos en una cárcel de El Salvador pidieron este miércoles a la ONU en Caracas que se pronuncie sobre la situación de sus allegados, deportados al país centroamericano desde EE.UU., que los considera como presuntos miembros de la banda criminal Tren de Aragua.
Alrededor de 80 personas se congregaron frente a la sede del organismo internacional para entregar una misiva -dirigida al alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk-, en la que pidieron «una respuesta inmediata» ante la «grave violación de los derechos humanos» que atribuyen a los Gobiernos de El Salvador y EE.UU.
Los manifestantes, que coreaban consignas como «libertad» y «Bukele, devuélvenos a nuestros hijos», en alusión al gobernante salvadoreño, Nayib Bukele- negaron las acusaciones del mandatario estadounidense, Donald Trump, quien, según los parientes, catalogó a los migrantes enviados a la nación centroamericana como criminales «sin juicio previo y sin garantías mínimas del debido proceso, derecho a la defensa y la presunción de inocencia».
La carta fue recibida por el coordinador residente de la ONU en Caracas, Gianluca Rampolla, quien dijo que la organización internacional abogará por el respeto de los derechos de los migrantes arrestados.