El gobierno de Estados Unidos ha expresado su firme rechazo a la solicitud del Fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) de emitir órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, acusándolos de crímenes de guerra.
El Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, manifestó en un comunicado que la acción de la CPI no solo es inaceptable, sino también «vergonzosa», haciendo hincapié en la diferencia fundamental entre las acciones de Israel y las de Hamás, a quien calificó como una «brutal organización terrorista». Blinken subrayó la gravedad de los actos atribuidos a Hamás, incluyendo atrocidades masivas y la toma de rehenes, entre los cuales se encuentran ciudadanos estadounidenses.
«Rechazamos la equivalencia de Israel con Hamas por parte de la Fiscalía. Es vergonzoso. Hamas es una brutal organización terrorista que llevó a cabo la peor masacre de judíos desde el Holocausto y todavía mantiene como rehenes a docenas de personas inocentes, incluidos estadounidenses», expresó en el comunicado.
En la misiva, el funcionario estadounidense hace mención a que la corte internacional no «tiene jurisdicción» en este tema.
«Además, los Estados Unidos han dejado claro desde mucho antes del conflicto actual que la Corte Penal Internacional no tiene jurisdicción sobre este asunto. La CPI fue establecida por sus Estados Partes como un tribunal de jurisdicción limitada», señalan.
Solicitud de arresto de la CPI
Por su parte, el fiscal general de la CPI, Karim Khan, ha procedido con la solicitud formal de arresto para Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, así como para Yahya Sinwar e Ismail Haniyeh de Hamás, por su presunta implicación en crímenes de guerra y lesa humanidad en la región de Gaza.
La petición de Khan se basa en la creencia de que tanto los funcionarios israelíes como los líderes de Hamás han incurrido en acciones que constituyen violaciones graves a los derechos humanos tanto en Gaza como en Israel, lo que ha intensificado el debate sobre la justicia internacional y la política en Oriente Medio.
FUENTE: EL IMPULSO