Un doblete de Raphinha y un gol de Christensen dieron una victoria crucial a los culés en la ida de cuartos de final.
Un gran Barça demostró que es un firme candidato para ganar la Champions tras ganar en París a todo un PSG y dejando a Mbappé casi inédito. Dos goles de Raphinha y uno de Christensen dan una gran ventaja a los blaugranas, que tratarán de certificar su billete para las semifinales la semana que viene en Montjuic.
En el duelo entre Luis Enrique y Xavi, que había comenzado en las ruedas de prensa y había tenido un reencuentro zanjado con un abrazo entre ambos, el asturiano sorprendió con la inclusión de Asensio como falso nueve. El PSG comenzó con fuerza, con Mbappé amenazando pero extremadamente vigilado, pero con el paso de los minutos se fue desinflando. O quizás es que el Barça creció.
Los azulgranas comenzaron a llegar con peligro al área parisina y merodearon el gol en un córner en el que no llegaron a aprovechar varios rechaces y poco después en un chut seco de Raphinha que desvió a córner Donnarumma.
El Barça vivió entonces sus mejores minutos y rondó el segundo en varias acciones. La más clara, tras una acción de un inspirado Raphinha, que se fue de su par y su centro lo recogió Lamine. Sin embargo, el joven extremo español eligió mal y su disparo se fue muy desviado.
Los de Xavi supieron sufrir entonces, aguantando el chaparrón de un equipo parisino que buscaba el tercero.El técnico movió entonces el banquillo –Pedri y Joao Félix al campo, también Christensen– y sus cambios no pudieron ser más acertados.
Un gran centro de Pedri, de vuelta tras su lesión, encontró al inspirado Raphinha, que no dudó en el área y se sacó un zurdazo que puso el empate.
El duelo pudo caer entonces para cualquiera de los dos. Dembélé tuvo una clarísima, pero solo en el área mandó el balón al poste. Poco después, en un córner, sí acertó Christensen, que aprovechó la indecisión de Donnarumma en un córner para cabecear a la red.
Se volcó el PSG, pero sin acierto. Mbappé lo intentó sin éxito desde la izquierda, luego en un remate a la desesperada y finalmente en un chut en el que fue egoísta. No tuvo su día y el Barça lo aprovechó para acariciar las ‘semis’ de la Champions.