El Gobierno cubano publicó este jueves, en la Gaceta Oficial, un nuevo marco legal que autoriza y regula el uso de divisas (monedas extranjeras como el dólar o el euro) dentro de su economía. Las medidas buscan generar ingresos en moneda fuerte y estimular sectores productivos.
El núcleo del cambio es el Decreto-Ley 113 “Sobre las Transacciones en Divisas en la Economía Nacional”, acompañado de tres resoluciones que detallan su implementación. En esencia, la normativa crea un sistema para que empresas estatales, privadas (conocidas como MIPYMES), cooperativas, e incluso proyectos de desarrollo local, puedan operar legalmente con moneda extranjera en ciertos segmentos de la economía.
En 2021, Cuba implementó la llamada “Tarea Ordenamiento”, una reforma monetaria que por la cual se simplificó el tipo de cambio y decidió que la mayoría de las transacciones a realizarse en la moneda local, pesos cubanos. Ese intento por recentralizar el control monetario y unificar un sistema cambiario tuvo resultados limitados.
“No estamos construyendo el capitalismo con la dolarización parcial de la economía, estamos construyendo un socialismo con las características de nuestro país”, declaró el ministro de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vázquez, citado por el medio CubaDebate.
¿Quiénes se benefician y cómo funciona?
Exportadores: Cualquier empresa, estatal o privada, que venda bienes o servicios al exterior podrá acceder a esquemas de autofinanciamiento en divisas.
Comercio electrónico internacional: Aquellos que vendan productos o servicios a través de plataformas online en el exterior.
Inversión extranjera: Se actualiza la operatoria para empresas foráneas, especialmente en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, el principal proyecto de atracción de capital externo.
Un cambio “temporal”
El decreto se enmarca dentro del “Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía”, un plan que actualmente se somete a una consulta popular a lo largo de la isla. Según datos oficiales presentados al Consejo de Estado, hasta el 5 de diciembre se habían realizado más de 6,300 reuniones con unas 54,000 intervenciones y casi 13,000 propuestas ciudadanas. Este proceso de debate, encabezado por el presidente Miguel Díaz-Canel y el primer ministro Manuel Marrero Cruz, busca dar legitimidad a unas reformas económicas que, aunque necesarias, son socialmente sensibles.
Contexto y perspectivas
Para el ciudadano de a pie, la reforma no introduce cambios directos en ese mercado minorista, pero al intentar estimular la producción nacional y las exportaciones, el Gobierno espera mejorar eventualmente la oferta de bienes.
El Programa tiene por objetivo fundamental la estabilización macroeconómica. En este sentido, los cambios partieron de la base que, para poder reanimar la economía, había que permitir que una parte de ella funcionara en divisas. “Por tanto, lo que ahora se aprobó es precisamente ese marco legal al amparo del cual deben realizarse estas transacciones“, señala el periódico cubano y Órgano Oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Granma.
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