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El petróleo está «listo para subir». Así lo creen los expertos de Bank of America (BofA), que reiteran su previsión de que el Brent se situará en 90 dólares por barril en 2024 ante los próximos tensionamientos del mercado que se esperan. Y en ellos tendrán mucho que ver Rusia, la OPEP+ (Organización de Países Exportadores de Petróleo), y también Estados Unidos.

Francisco Blanch, responsable global de materias primas y derivados del banco estadounidense, explica en uno de los últimos informes de la entidad cuál es la situación actual en la que se encuentra el «oro negro» y qué es lo que se puede esperar para lo que resta de 2023 y para el próximo año.
«El aumento de los tipos de interés en todo el mundo ha frenado la demanda agregada global y el crecimiento del consumo de petróleo«, destaca. Y al mismo tiempo, la OPEP ha puesto en marcha una «nueva estrategia proactiva para frenar los suministros antes de un posible colapso en los precios del petróleo«. La tercera pata que sostiene la situación actual, dice el experto, es China, que ha salido de la pandemia del Covid «más débil de lo que se pensaba debido al lastre de la fabricación y los bienes raíces».

En opinión del estratega de BofA, el «débil» crecimiento en China «ha añadido una presión al alza limitada a los precios mundiales de la energía, incluso si los indicadores de movilidad han seguido mejorando». Sin olvidar, remarca, que Rusia «ha empujado más petróleo de lo esperado en el mercado marítimo este año gracias a las sanciones diluidas».

Blanch afirma que «el mercado está listo para endurecerse, agregando presión al alza» a los precios del crudo. Y es que «mientras que los precios del petróleo no han logrado romper un rango durante casi un año, los mercados financieros y nuestro propio equipo de investigación creen que las tasas de interés de Estados Unidos podrían alcanzar su punto máximo este trimestre».

Además, indica, la OPEP+ ya ha implementado recortes de producción de petróleo «bastante significativos» en los últimos meses, lo que lleva a diferenciales «más estrechos». Y destaca también que «los incentivos para que Rusia reduzca el suministro en apoyo de los precios del petróleo finalmente han llegado».

Pero hay otro país que influirá en el devenir del precio del petróleo, más allá de Rusia y Arabia Saudí, que lidera la OPEP y que también ha anunciado, recientemente, importantes recortes a la producción en un intento por sostener los precios. Blanch se refiere a Estados Unidos, que «ha alterado los balances mundiales de petróleo» en aproximadamente 450.000 barriles diarios durante 18 meses al liberar barriles de petróleo estratégicos a voluntad».

El problema, remarca, es que ahora la Reserva Estratégica de Petróleo de Estados Unidos (SPR, por sus siglas en inglés) está por debajo de 350 millones de barriles y debe rellenarse a 500 o 600 millones de barriles en los próximos trimestres. Sin ventas del SPR y profundos recortes de la OPEP, Blanch estima que el mercado mundial del petróleo «debería entrar en un déficit de 1060k b/d en el segundo semestre de 2023, y 430k b/d en 2024″, sobre todo si China «sigue adelante» con sus medidas para estimular el crecimiento económico.

Eso es lo que lleva a BofA a reiterar su pronóstico de precio promedio de Brent de 90 dólares por barril para 2024. Aún así, comenta el estratega del banco, «el aumento de la capacidad excedentaria de la OPEP podría actuar como un límite a los precios del petróleo y los riesgos de recesión no han desaparecido».

Y «más importante aún, un aumento en los precios de las materias primas podría reavivar un aumento en los tipos de interés y reiniciar la batalla entre el petróleo y el dinero», concluye.

Fuente: La Iguana

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