Recientes investigaciones del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (Iies) de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) revelan un profundo cambio demográfico en Venezuela. Según la profesora Anitza Freitez, coordinadora de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), el país atraviesa un acelerado proceso de envejecimiento: actualmente, por cada 100 jóvenes menores de 15 años hay 51 adultos mayores.
El análisis del Iies, que realiza seguimientos desde 2014, muestra un panorama preocupante en cuanto a la soledad de los ancianos. El 35% de los hogares venezolanos están habitados exclusivamente por adultos mayores, ya sea en pareja o solos. Si se consideran también los niños dependientes, la tasa de personas dependientes alcanza 65 por cada 100 individuos en edad productiva.
Freitez advierte que esta situación demanda cambios urgentes en la provisión de servicios y cuidados, un desafío que el Estado aún no ha atendido de manera efectiva. De acuerdo con los expertos, en el corto plazo la proporción de adultos mayores dependientes superará a la infantil, lo que plantea un reto inmediato para las políticas sociales y de salud.
El estudio también evidencia un marcado sesgo de género en la estructura familiar. Las mujeres encabezan el 50% de los hogares, y gran parte de ellas asume la responsabilidad educativa y de cuidado: el 71% se encarga del acompañamiento escolar de los hijos. La psicóloga Yolanda Cañoto destaca que el papel del cuidador en Venezuela es cada vez más exigente, convirtiéndose en un asunto que trasciende lo doméstico y se vincula directamente con los Derechos Humanos, exigiendo dignidad y respaldo institucional.
Este escenario refleja no solo un cambio demográfico, sino también un desafío social complejo, que involucra envejecimiento poblacional, carga de cuidados y desigualdad de género, obligando a replantear políticas públicas y redes de apoyo familiar.
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