Uruguay se sumó este miércoles a la reducida lista de los países del mundo que permiten la eutanasia, convirtiéndose en el primero de América Latina en aprobarla por ley.
Tras un intenso debate de diez horas, 20 de los 31 legisladores presentes votaron a favor del proyecto de ley Muerte digna.
Así se cierra un recorrido legislativo que duró cinco años y que atrajo la atención de muchos sectores del país sudamericano de 3,5 millones de habitantes.
Según la consultora Cifra, el 62% de los uruguayos estaba a favor de esta ley.
El texto aprobado permite que adultos psíquicamente aptos en la etapa terminal de una enfermedad incurable e irreversible, o que padezcan un sufrimiento insoportable, tengan la opción de elegir la eutanasia y que esta sea realizada por un profesional de la salud.
«Transcurrir con dignidad el proceso final de la vida, cursando una enfermedad intratable, incurable, irreversible, con sufrimiento insoportable y con grave y progresivo deterioro de la calidad de vida no es un delito», argumentó el senador Daniel Borbonet, del Frente Amplio.
El proyecto de ley era rechazado por grupos católicos y algunos sectores conservadores de la sociedad uruguaya.
Pero contó con el respaldo de toda la coalición de izquierda progresista del Frente Amplio, dos senadores del Partido Colorado y una senadora del Partido Nacional, ambos de centroderecha.
Aunque Uruguay es el único país latinoamericano que ha regulado la eutanasia por ley, en otros se ha despenalizado mediante fallos de la Corte Constitucional.
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