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Alumnos de universidades nacionales de Argentina tomaron este miércoles las sedes de distintas facultades y recibieron clases en las calles en rechazo al reciente veto del presidente del país, Javier Milei, a una ley del Congreso que estipulaba un aumento presupuestario para las casas de estudio.

Las protestas fueron realizadas a lo largo de todo el país y en esta capital tuvieron eje en las facultades de la Universidad de Buenos Aires (UBA), la mayor de Argentina por caudal de alumnos, y de la que egresaron los cinco Premio Nobel con que cuenta la nación sudamericana.

En la ciudad de Buenos Aires, los estudiantes de la UBA realizaron asambleas y aprobaron tomar las casas de estudio entre 24 y 72 horas en las facultades de Ciencias Exactas, Derecho, Medicina, Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Ingeniería, Sociales, Psicología y Filosofía y Letras, mientras que al menos 20 universidades de distintas provincias se sumaron a las tomas y clases públicas.

Se trata de las universidades nacionales de Avellaneda, Comahue, Córdoba, José C. Paz, Jujuy, La Matanza, La Pampa, La Plata, Mar del Plata, Moreno, Patagonia Austral, Quilmes, Rosario, Salta, San Martín, San Luis, San Juan, General Sarmiento, Tucumán y Tierra del Fuego, entre otras.

En ese marco, Milei sostuvo una entrevista con el canal de televisión La Nación Más, que su administración no busca arancelar la educación universitaria pública, sino «auditar» los gastos de las casas de estudio, ya que, según dijo, «la política utiliza las universidades para financiarse».

En la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, en el barrio porteño de Recoleta, distintos cursos fueron dictados en la calle. «No nos quedó otra opción que hacer esto. El Gobierno quiere privatizar la educación y para eso ya empezó a sacarnos presupuesto», dijo a Xinhua una estudiante de nombre Luciana, que prefirió no dar su apellido.

En la Facultad de Derecho, también en el barrio de Recoleta, la estudiante de abogacía Paola Simón advirtió ante Xinhua que «sin presupuesto no hay libertad ni educación», y anticipó que los alumnos de esa casa de estudios participarán el próximo jueves de un paro nacional universitario en reclamo de fondos para docentes, no docentes y actividades de investigación.

En la Facultad de Filosofía y Letras, en el barrio de Caballito, los estudiantes cortaron las calles para recibir cursos al aire libre. «Vamos a seguir así hasta el (lunes) 21. El reclamo es por fondos y para que se ponga en valor a la universidad pública», dijo Romina Fernández, una de las participantes de la protesta callejera.

El 3 de octubre, el Ejecutivo vetó una ley que el Congreso había aprobado en septiembre y que declaraba la emergencia presupuestaria del sistema universitario nacional, previendo una distribución del 85 por ciento del presupuesto para salarios y de un 15 por ciento para gastos generales, con un mecanismo de actualización bimestral atado a una fórmula que combinaba el Índice de Precios al Consumidor, la variación del tipo de cambio (paridad peso-dólar) y la variación en las tarifas de los servicios públicos.

Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), la norma vetada suponía una erogación equivalente al 0,14 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país, mientras que para el Gobierno la norma fue anulada por ser contraria a la política oficial de «déficit cero» y por carecer de los recursos necesarios para financiar el desembolso.

Según un reciente reporte de la UBA, esa casa de estudios enfrenta este año una reducción del 26 por ciento en términos nominales y del 80 por ciento en términos reales de su presupuesto para educación, salud, ciencia, técnica y hospitales universitarios.

En cambio, el gobierno argentino ha dicho que la discusión del financiamiento universitario debe realizarse cuando el Congreso considere el Presupuesto 2025, a la vez que ha enfatizado que aspira a auditar el gasto de las unidades académicas a fin de que los fondos «lleguen a los estudiantes y profesores».

Según dijo recientemente el portavoz presidencial Manuel Adorni, el 89 por ciento de los fondos que se transfirió a las universidades entre 2015 y 2022 no fueron rendidos.

«Los argentinos merecen y deben saber qué se hace con la plata que aportan de su bolsillo para pagar la educación de todos los estudiantes», señaló el funcionario.

La medida de veto había sido anticipada por distintos funcionarios gubernamentales, por lo que un día antes de conocerse, el 2 de octubre, miles de estudiantes se movilizaron en distintas ciudades de Argentina para expresar su rechazo, manifestaciones que volverán a realizarse el 17 de este mes, según el anuncio de distintos gremios universitarios.

Fuente: Xinhua

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