Comparte si te ha gustado:

El gran duque Enrique de Luxemburgo, de 69 años, delegará este martes en su primogénito, de 42 años, funciones que ahora le corresponden, como lugateniente-representante del país,  cargo que le permitirá  asumir ciertos poderes que ahora solo desempeña el jefe del Estado y que  suponen el paso previo a su abdicación definitiva. Esto ofrece al heredero un lapso de tiempo importante que le permitirá prepararse y ganar visibilidad antes de  que deba encargarse totalmente la jefatura del Estado.

«Debemos mirar al futuro con optimismo, sabiendo que juntos podemos lograr grandes cosas. ¡Viva Luxemburgo, viva Europa!», declaró el gran duque Enrique el pasado 23 de junio cuando anunció por sorpresa su decisión durante la ceremonia oficial de celebración de la fiesta nacional del país.

Guillermo deberá jurar la Constitución del país en una ceremonia solemne ante el Parlamento esto, después de la ceremonia del traspaso de algunos poderes como lugarteniente-representante.

FUENTE: EL UNIVERSAL

Loading


Comparte si te ha gustado: