«Su presencia fascina, es una fuente de inspiración y un icono mundial», indicó la Academia de los César en un comunicado, en el que repasó la carrera de la intérprete, cuya «consagración internacional» llegó con el papel de Vivian Ward en la película «de culto» de Garry Marshall.
Ese papel la elevó a la categoría de «superestrella mundial» y le valió un Globo de Oro y una nominación a Mejor Actriz en la ceremonia de los Oscar.
Julia Roberts recibirá el César en la gala del próximo 28 de febrero en el Olympia de París y tomará el relevo del director estadounidense Christopher Nolan y la francesa Agnès Jaoui, a los que se otorgó el año pasado.
Tras Pretty woman se sucedieron papeles «variados e inolvidables», recuerda la Academia, que señala las comedias románticas, como La boda de mi mejor amigo o Notting Hill, hasta otros más dramáticos, como El informe pelícano o Erin Brockovich, con la que ganó el Oscar en 2001.
«La riqueza de su interpretación no conoce límites», señala la Academia de los César, que subraya que ha trabajado para grandes directores como Steven Soderbergh, Mike Nichols o Luca Guadagnino.
«No es solo una estrella del cine, es una figura emblemática de la cultura popular y su influencia va más allá de sus actuaciones», agrega.
La Academia insiste en sus compromisos filantrópicos, que le han llevado a ser embajadora de Unicef o a implicarse en numerosas causas humanitarias.
«Apasionada por el medio ambiente —agrega—, ha puesto voz a documentales sobre la protección del planeta y milita activamente por los derechos de las mujeres».
