Cuando se cumplen nueve meses del inicio de la guerra en Gaza, manifestantes israelíes cortaron carreteras en todo el país el domingo y pidieron la renuncia del primer ministro, Benjamin Netanyahu, así como un cese el fuego que pueda llevar a casa a los rehenes capturados por Hamás.
Las manifestaciones coincidían con un nuevo esfuerzo de los mediadores internacionales de negociar un acuerdo. Hamás parecía haber renunciado durante el fin de semana a una crucial demanda de que Israel se comprometiera a poner fin a la guerra, según funcionarios egipcios y de Hamás que hablaron con The Associated Press.
La guerra fue desencadenada por un ataque transfronterizo el 7 de octubre del grupo armado palestino que dejó 1.200 muertos y 250 personas capturadas. La campaña aérea y terrestre israelí de represalia ha matado a más de 38.000 palestinos, según el Ministerio de Salud del territorio, que no distingue entre combatientes y civiles en su conteo. La guerra ha causado daños generalizados y precipitado una enorme crisis humanitaria.