La vicepresidenta ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez, se mostró contraria al nombramiento de un juez rumano como parte de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), porque anteriormente había sido canciller de Rumania, cargo desde el cual reconoció al supuesto «gobierno interino» de Juan Guaidó al dirigir una carta al político opositor Julio Borges.
La Vicepresidenta mostró la comunicación que el juez rumano Bogdan Lucian Aurescu, entonces canciller, dirigió a Julio Borges, reconociéndolo como supuesto canciller de Venezuela.
Rodríguez cuestionó el nombramiento del juez Aurescu para abordar el tema correspondiente a la disputa del territorio Esequibo, «debido a su vinculación con factores de la extrema derecha venezolana que tanto daño hizo al país».
Para la Vicepresidenta constituye un «extremismo de la ilegalidad internacional» que el juez rumano pueda ocupar un alto cargo en la CIJ, ya que con sus acciones violentó las leyes internacionales y la Constitución de la República de Venezuela.
“¡Es una grosería, una barbaridad! Esa es la razón de nuestra postura histórica, de no dejar a terceros la solución de la controversia territorial sobre nuestra Guayana Esequiba”, expresó la alta funcionaria.
Añadió que tal como se hizo en el Laudo Arbitral de 1899, este organismo preparó jueces parcializados para robar a Venezuela el territorio Esequibo y dárselo “a quien nunca le ha pertenecido”.