Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional y jefe de la comisión negociadora, informó que acuerdo de liberación de los venezolanos del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador se abordó directamente con Estados Unidos.
Según el relato de Rodríguez, Maiker Espinoza y otros venezolanos se habrían entregado voluntariamente a autoridades migratorias, pero su bebé fue retenida y el padre trasladado a Guantánamo. Tras denuncias y presión del presidente Nicolás Maduro, fueron devueltos a Estados Unidos, para luego ser llevados a El Salvador, un país al que nunca habían viajado.
Rodríguez denunció que allí fueron «golpeados salvajemente», se les aplicó «electricidad» y se les mantuvo «la luz encendida las 24 horas», calificando estos hechos como «casos de tortura típico de nazis como en los campos de concentración».
No hubo ninguna conversación con el Gobierno de El Salvador
El negociador enfatizó que las conversaciones se llevaron a cabo «únicamente con Estados Unidos», y que «jamás hablamos con el Gobierno de El Salvador porque sabíamos que Bukele en todo esto era un payaso , era el mandadero de quienes habían dispuesto la presencia de venezolanos en El Salvador».
Reveló que lograron un acuerdo en tres oportunidades previas, pero los términos fueron cambiados, y el acuerdo final se concretó entre la medianoche del jueves y la 1 de la mañana del viernes.
Rodríguez concluyó que, con estas liberaciones, «queda desmantelado la idea de que estos muchachos eran unos criminales y se descubre la ilegalidad de esa intención de llevar a esos muchachos a ese campo de concentración a El Salvador».
Detalló que se les planteó una lista en el marco de las negociaciones con Estados Unidos y se llevó acabo el acuerdo el mismo viernes 19 de julio.
El objetivo de estas liberaciones, según Rodríguez, es «generar un clima de conversaciones en Venezuela y que la política local vuelva a su cauce natural y podamos dirimir nuestros asuntos».
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