«Es una tormenta perfecta», declaró Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, sobre el devastador terremoto que azotó la noche del domingo el este de Afganistán, causando más de 800 muertos y casi 3.000 heridos. «Tenemos muy poca información por ahora, pero ya hay informes de cientos de muertos y muchas más personas sin hogar», señaló en una publicación en redes sociales.
Cuatro años después de la toma de poder por parte de los talibán y ante el aislamiento casi total de las mujeres del espacio público, las agencias humanitarias han abandonado Afganistán, después de que la comunidad internacional se negara a reconocer al Gobierno de Kabul. Aislado y atravesando una grave crisis económica, el país se vio azotado hace unos días por unas graves inundaciones, que dejaron incomunicadas varias vías cercanas a la frontera con Pakistán.
Ahora, un terremoto de magnitud 6 ha azotado el este del país, causando más de 800 muertos y 2.000 heridos. «Es extremadamente difícil movilizar recursos debido a los talibanes», declaró Grandi, poco después de que el ministro de Salud talibán, Sharafat Zaman, pidiese ayuda internacional para afrontar la catástrofe. «La necesitamos porque aquí mucha gente ha perdido la vida y sus hogares», declaró a Reuters.
El sismo tuvo lugar a las 23:47 hora local del domingo y afectó principalmente las provincias orientales de Kunar y Jalalabad, aunque el temblor se notó en la capital y en países vecinos como Pakistán. El portavoz del Gobierno talibán, Zabihullah Mujahid, señaló que el epicentro se detectó al este de Jalalabad, la quinta ciudad más grande del país. El temblor se produjo a muy poca profundidad de la superficie, a unos ocho kilómetros, causando graves daños y más réplicas de lo habitual.
Bajo los escombros
El este de Afganistán es una zona muy montañosa, de difícil acceso y con pueblos remotos que han quedado sepultados y con las carreteras colindantes inaccesibles por los deslizamientos. El bloqueo de los accesos ha obligado a los rescatistas a caminar hasta cinco horas para poder acceder a localidades donde se necesitaba ayuda.
