El presidente Nicolás Maduro aseguró este lunes que a partir del 1 febrero habrá un ajuste del “bono de guerra” que reciben los empleados públicos, pero no habló de un incremento del salario mínimo, que aún se mantiene en 130 bolívares mensuales, el equivalente a 3,60 dólares a tasa oficial.
El denominado «bono de guerra», una suerte de subsidio que se empezó a pagar a inicios del año pasado a empleados públicos, jubilados y pensionados, fue ajustado a 60 dólares mensuales y el bono de alimentación (Cestaticket), con el que los trabajadores pueden comprar alimentos, se mantiene en 40 dólares.
“He decidido dar el paso de subir de 60 dólares el ingreso mínimo integral indexado de los trabajadores a 100 dólares, el ingreso mínimo integral de los trabajadores a partir del 1 de febrero”, dijo Maduro que calificó su anuncio como un “primer empuje”.
El último aumento salarial decretado por el gobierno de Maduro fue en marzo de 2022. En ese entonces, el sueldo mínimo se fijó en 130 bolívares, el equivalente a unos 30 dólares mensuales a tasa oficial. Hoy, tras la abrupta devaluación del bolívar escasamente equivale a 3,60 dólares.
De acuerdo al Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), en noviembre del 2023 la canasta alimentaria familiar alcanzó los 522,01 dólares, el equivalente a unos 140 salarios mínimos.
FUENTE: VOZ DE AMÉRICA