Familiares de los venezolanos desaparecidos en el mar Caribe en los últimos años exigieron al gobierno de Nicolás Maduro respuestas tras años de estancamiento en las investigaciones.
La Organización Internacional para las Migraciones de las Naciones Unidas señala que al menos 150 personas han desaparecido tras el hundimiento de una serie de embarcaciones entre la costa norte de Venezuela y las islas del Caribe desde 2015.
«Pedimos celeridad, han pasado cuatro años (…) la investigación no se está haciendo», dijo Jhonny Romero, presidente de un grupo de defensa de la familia de los desaparecidos en el mar, durante una protesta en junio frente a la Fiscalía.
Solo se ha encontrado un cuerpo de las nueve embarcaciones que se han hundido en los últimos años, dijo Romero, cuyo hijo Jhonny de Jesús, de 27 años, desapareció junto con otras 32 personas cuando intentaban llegar a Curazao en 2019.
Los viajes por mar son una de las opciones más mortíferas para los migrantes desesperados que buscan nuevas oportunidades en todo el mundo.
Mientras cinco hombres fueron arrestados y aguardan juicio en relación con el bote que transportaba al hijo de Romero, las familias exigen que se investigue qué fue lo que sucedió realmente con sus familiares.
Los pasajeros de este tipo de embarcaciones, muchos de los cuales no saben nadar, a menudo viajan de noche sin chalecos salvavidas, dijo a Reuters una persona familiarizada con el asunto.
La fuente agregó que con frecuencia los pasajeros son dejados a 30 metros de la costa de destino y, en el caso de Aruba, los migrantes deben escalar afloramientos rocosos de hasta cuatro metros de altura.
No hay investigaciones en Aruba o Curazao sobre el paradero de los migrantes venezolanos desaparecidos durante los cruces marítimos.
«Lamentablemente, no tenemos cifras de personas sospechosas de haber desaparecido porque no hemos encontrado ningún cuerpo», dijo a Reuters Shalick Clement, portavoz de la Guardia Costera del Caribe holandés, que monitorea las aguas de Aruba y Curazao.
“Fuimos a Caracas a buscar respuestas”, manifestó Ana Arias, un ama de casa de 43 años cuya hija Luisannys Betancourt desapareció en un viaje en barco en abril de 2019.
La embarcación fue encontrada abandonada en un islote, pero Luisannys no fue uno de los 10 ocupantes -de 38- que fueron rescatados.
Las familias buscan esclarecimiento de los hechos, respuestas, añadió Carolina Bastardo, cuya hija embarazada y dos nietos viajaban en un bote que se hundió en mayo de 2019.
Los restos del barco, el Ana María, nunca se encontraron, mientras que un venezolano que se cree que era el piloto huyó de Granada antes de que se pudiera realizar una investigación, señaló la policía.
“Hemos tenido cuatro años llenos de silencio, de dolor, es desesperante”, dijo.
Fuente : El Nacional