Los expertos en la economía afirman que el repunte, que se había registrado en el 2022, no pudo mantenerse el año pasado porque se produjo un estancamiento en casi todos los sectores de las actividades económicas del país.
El gobierno, que establece una política de línea vertical en sus políticas, incluyendo la de la recaudación tributaria, las cuales deben ser acatadas por gobernadores y alcaldes, ordenó el aumento total de la carga impositiva y ésta se ha convertido en muy pesada para el empresariado venezolano.
Sin discusión, ni consulta alguna, en Iribarren, en los dìas navideños recientes, el concejo del municipio capital de Lara, modificó las ordenanzas relacionadas con los tributos, expuso, al ser entrevistado por El Impulso, Elías Bessis, presidente de la Càmara de Importadores y Repuestos Automotores del estado Lara (Cidralara). Pero, medidas como estas, que son tomadas sin consideración alguna, no son beneficiosas para la gestión municipal, sino todo lo contrario, porque se genera un crecimiento de la informalidad, la cual es negativa en todos los aspectos,
La Federació Venezolana de Cámaras de Comercio y Producción (Fedecámaras), desde su fundación, se trazó entre sus objetivos la formalidad en la economía y ha tratado en todo instante que no haya actividad informal, porque ésta ocasiona desajustes al país.