El papa Francisco, a pesar de su inflamación pulmonar, participa este martes en la reunión con los obispos españoles en el Vaticano, convocados excepcionalmente por el Dicasterio para abordar la situación de los seminarios españoles después de un informe elaborado los pasados meses y en donde no se descarta también se hable de los abusos por parte del clero.
El pleno de la Conferencia Episcopal Española (CEE) llegó en dos minibuses a las 7:45 horas a la puerta del Perugino, uno de los accesos a la Ciudad del Vaticano, y se dirigió al aula del Sínodo, donde se celebrará la reunión en vez de en el Dicasterio para el Clero como estaba previsto.
En el Aula del Sínodo, mucho más cercana a la casa de Santa Marta, la residencia del papa, llegó Francisco después de que los obispos tuvieran un momento de meditación conducido por Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, según confirmó la CEE.
Se espera que el papa les dirija unas palabras y se abra un dialogo con él.
También se presentará el informe elaborado por dos obispos uruguayos, que se desconoce si estarán presentes, y finalmente habrá un espacio para el diálogo entre los responsables vaticanos y los 78 prelados españoles que se espera que estén presentes.
La reunión está prevista que se prolongue hasta las 12:30 horas.
Esta cita fue convocada por el prefecto de este «ministerio» vaticano, el surcoreano Lazzaro You Heung-sik, y llega después de que los dos obispos uruguayos visitaran los seminarios españoles a petición de Francisco.
El papa ha querido estar presente aunque para «facilitar su recuperación» se han anulado algunos de los encuentros que tenía previstos y solo se mantienen las audiencias «de carácter institucional» y aquellas que le supongan un menor esfuerzo, explicó el portavoz vaticano, Matteo Bruni.
Aunque la reunión está claramente enfocada en los seminarios, tiene lugar en plena polémica por la publicación de una investigación del Defensor del Pueblo español sobre los abusos a menores cometidos por religiosos, un informe que contenía también los datos de una encuesta según la cual el 1,13 % de los españoles mayores de edad asegura haber sufrido abusos en el ámbito religioso y un 0,6 % por parte de un sacerdote o religioso.
La CEE insistió en desvincular la cita de este martes del resultado de esa investigación pero, a pesar de que no está en el orden del día, tampoco es descartable que surja el tema en el transcurso del encuentro.
Además, se trata de una reunión excepcional ya que no se suele convocar a todos los miembros de un episcopado, excepto las habituales visitas «ad limina», que se realizan a Roma cada cinco años, y sólo tiene dos precedentes en los últimos años debido al tema de los abusos. Se trató de los obispos de Irlanda (2010) y de Chile (2018).
Preguntado por este, el portavoz de la CEE, César García Magán, reconoció la semana pasada, tras la celebración de la Asamblea Plenaria de los obispos, que era «un hecho singular» y que «no ocurre todos los días que el papa convoque a un episcopado», pero se mostraba tranquilo ante dicha reunión.