Vista aérea captada por dron del colapso en la discoteca Jet Set en Santo Domingo el 8 de abril de 2025. Se observan equipos de rescate trabajando entre los escombros, una grúa en operación y daños estructurales significativos en el edificio afectado por el desplome del techo durante un concierto.
Un tribunal dominicano determinó la madrugada del jueves que los hermanos propietarios de la discoteca que colapsó hace dos meses —y dejó más de 230 muertos— enfrentarán en libertad su juicio por homicidio involuntario.
La fiscalía solicitaba prisión preventiva para Antonio Espaillat, dueño y gerente del club Jet Set, y arresto domiciliario para su hermana Maribel, administradora del lugar. Ambos fueron detenidos el jueves pasado.
La jueza Fátima Veloz ordenó que paguen una fianza de 50 millones de pesos —casi 842 mil 500 dólares—, no podrán salir del país y deberán presentarse periódicamente ante un tribunal, explicó el abogado defensor Miguel Valerio al salir de la audiencia en la madrugada.
Colapso durante concierto de Rubby Pérez
El techo del Jet Set colapsó durante el concierto del popular cantante de merengue Rubby Pérez, quien falleció junto a otras 235 personas en el incidente. El Ministerio Público (MP), que sostiene que los imputados “alteraron de manera significativa” la estructura del edificio, anunció que apelará la decisión de la jueza Veloz.
“El tribunal no ha valorado en su justa dimensión los hechos”, dijo Wilson Camacho, del MP. “No valoró correctamente la magnitud del daño que estos hechos han causado a la sociedad dominicana”.
“Esta decisión se burla de las víctimas”, agregó.
Acusaciones de negligencia y manipulación
La fiscalía denuncia una “operación negligente” en Jet Set y señala “fallas estructurales” en el edificio. Según el MP, los hermanos Espaillat intimidaron a empleados para que no preservaran pruebas del caso.
Los familiares de las víctimas han presentado un centenar de demandas civiles contra esta poderosa familia, que también controla un conglomerado de medios y restaurantes.