La guerra entre Israel y Hamás entra en su cuarto mes sin señales de desescalada
Altos diplomáticos estadounidenses y europeos buscaron el domingo formas de evitar que la guerra de Gaza se extienda aún más en el inestable Medio Oriente. Antony Blinken y el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, viajaron por separado a la región para tratar de sofocar los efectos de la guerra en Líbano, Cisjordania y las rutas marítimas del mar Rojo, donde los hutíes de Yemen, alineados con Irán, han prometido mantener los ataques hasta que Israel detenga su campaña en el enclave palestino.
Blinken, declaró que es «imperativo» que Israel se esfuerce más por proteger a los civiles de Gaza, durante una rueda de prensa en Doha junto al primer ministro catarí, Mohamed bin Abdulrahman Al Thani.
Este último aseguró que Catar, actor clave en la mediación de la tregua de finales de noviembre, prosigue sus esfuerzos para obtener un nuevo acuerdo.
Blinken también advirtió que la guerra «podría hacer metástasis fácilmente», pero agregó que Estados Unidos, principal aliado de Israel, trabaja para «evitar que el conflicto se extienda» en la región.