En entrevista concedida al medio Últimas Noticias, Ceballos calificó las cárceles de La Pica, Tocuyito y Tocorón como las más difíciles, aunque aseveró que las autoridades pudieron resolver en el campo la toma de esos recintos, siempre con el respeto de los mecanismos establecidos para ese tipo de situaciones.
Manifestó que los cuerpos de seguridad del Estado se enfrentaron a grupos criminales armados, de acuerdo con el número de armas que se encontraron en las siete cárceles tomadas por las autoridades. Por ello, indicó que actualmente se encuentran llevando a cabo investigaciones para conocer cómo funcionaban las estructuras delincuenciales desmanteladas.
«Es un proceso de investigación donde vamos obteniendo información de todas estas personas que dirigían todas estas mafias carcelarias. Nosotros hemos restablecido el orden para avanzar, donde los privados de libertad puedan hacer redenciones y puedan retornar a la sociedad», comentó.
Detalló que la mayoría del armamento incautado, aproximadamente un 80%, son procedentes de Colombia y acotó que fue pasado a la Dirección de Armas y Explosivos de la Fuerza Armada para, una vez hecho los protocolos respectivos, pasarán al servicio de los cuerpos policiales; mientras que las armas que no sirvan, van a ser destruidas.
Además, el ministro Ceballos aseveró que tienen elementos suficientes para determinar que en al menos un centro de reclusión hay un nexo «para en momento determinado activar un plan de violencia. Tenemos elementos de interés criminalístico que nos dicen que algunos de estos individuos se comunicaban. Tenemos pruebas telefónicas que nos dan toda esa información».