El secretario general del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, descalificó al secretario de Estado de Estados Unidos (EE. UU.), Marco Rubio, por sus mentiras y su narrativa contra Venezuela, y vaticinó que quien actúe contra Venezuela, «será aniquilado».
«Quien se atreva a poner un pie sobre Venezuela será aniquilado por nuestro pueblo. Aniquilado es el término que quiero utilizar porque el venezolano se respeta. Ese ánimo de conquistador que tiene Marco Rubio, aquí se va a estrellar como se han estrellado las ínfulas de muchos payasos que han tenido la osadía de intervenir sobre Venezuela», expresó Cabello durante la marcha de las banderas, a propósito del Bicentenario de la entrega al Libertador Simón Bolívar de la Espada de Perú.
Cabello catalogó a Rubio como el funcionario «más incapaz» en la historia de EE. UU. y aseguró que el estadounidense desconoce la historia, la resistencia y la «madera» de la que están hechos los venezolanos.
Resaltó que el imperialismo norteamericano trata de utilizar la misma fórmula que aplicó para invadir Iraq y Siria, entre otros países, usando mentiras para desprestigiar a la nación a atacar y, de esta manera, justificar su accionar.
«Recuerden las mentiras sobre Iraq, Siria, Libia, Afganistán. En todos esos sitios ha intervenido Estados Unidos con mentiras; trataron de montar el mismo guion en nuestro país, pero el mundo no les cree», aseguró.
De igual manera, Cabello argumentó que Estados Unidos cambió su estrategia discursiva porque las acusaciones anteriores fallaron, revelando su «verdadero» interés: EE. UU. ya no habla de «narcotráfico», «Cártel de los Soles» o «terrorismo» porque esos argumentos se cayeron, aseveró.
Aseguró que el verdadero objetivo de la narrativa de EEUU es «robarse los recursos naturales de Venezuela», con la excusa de «cambio de régimen» y la acusación de dictadura.
Cabello minimizó la amenaza global de la banda criminal Tren de Aragua y acusó a EE. UU. de usarla como propaganda. Comparó la narrativa sobre el Tren de Aragua con las «armas de destrucción masiva» usadas por EE. UU. para invadir Irak, Libia y Siria.
También destacó la «amalgama absoluta» entre la Fuerza Armada, las fuerzas policiales y el pueblo.
