La resolución de la larga disputa territorial sobre la región del Esequibo podría estar en el horizonte, según expertos en derecho internacional. En un reciente foro titulado «Cómo defender nuestro Esequibo», los especialistas Víctor Rodríguez Cedeño, María Teresa Romero y Asdrúbal Aguiar debatieron sobre el futuro del caso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), proyectando que en un lapso de dos años se podría tener una decisión definitiva.
El foco del litigio ante la CIJ se centra en determinar la validez del Laudo Arbitral de 1899, un veredicto que históricamente ha sido motivo de controversia por haber privado a Venezuela del territorio Esequibo.
Durante el evento, organizado por el Observatorio Geopolítico de América Latina y moderado por Antonio Ledezma, los panelistas expresaron que la reclamación de Venezuela no solo es un asunto de soberanía nacional sino también una responsabilidad estatal ineludible.
Asdrúbal Aguiar, quien ha ocupado cargos como ministro de Relaciones Interiores y gobernador del Distrito Federal en Venezuela, rememoró las circunstancias históricas que, a su juicio, estuvieron plagadas de irregularidades y actos de corrupción por parte de Rusia e Inglaterra, que culminaron con la cesión del Esequibo a Gran Bretaña. Aguiar, actual secretario general del grupo IDEA, sostiene que el Acuerdo de Ginebra de 1966, reconocido tanto por Venezuela como por Guyana, invalida el Laudo de 1899 y es clave en la deliberación de la CIJ.
Por su parte, Víctor Rodríguez Cedeño, destacó la reciente entrega de documentación histórica por parte de la vicepresidenta Delcy Rodríguez a la CIJ en La Haya. Aunque el contenido específico de los documentos no ha sido revelado, Rodríguez Cedeño confía en que estos apoyarán la posición venezolana y demostrarán la nulidad del Laudo Arbitral.
María Teresa Romero, analista geopolítica, reafirmó la vigencia del Acuerdo de Ginebra y señaló el creciente interés internacional en la región, motivado por recursos como el petróleo y el gas. Este interés no solo proviene de potencias globales como Rusia, China, Estados Unidos y Europa, sino también de naciones caribeñas, todas en busca de acceso a energéticos a precios competitivos.
Con estos elementos en juego, la expectativa es que la CIJ, en su rol de árbitro internacional, emita un fallo que ponga fin a una disputa centenaria, definiendo así el futuro político y económico de la región del Esequibo.
FUENTE: EL IMPULSO